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Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han diseñado, junto a la empresa ilicitana Nidoweb y otros socios españoles, una aplicación para dispositivos móviles que ayuda a personas mayores con múltiples patologías a autogestionarse mejor la medicación. Mediante este asistente virtual personalizado se espera disminuir la frecuencia de errores con la medicación y aumentar el bienestar y la autonomía de los pacientes.
La aplicación informática llamada Alicia se instala en la tableta o el smartphone del paciente y ofrece más prestaciones que el pastillero habitual, como emitir alertas mostrando la fotografía del envase y del propio fármaco, o informar sobre la conservación y el uso adecuado de los medicamentos. Incluso permite introducir sugerencias sobre ejercicio físico y la dieta. “El resultado más relevante del estudio experimental que hemos realizado es que, según los usuarios, el número de equivocaciones se redujo a la mitad”, explica el investigador de la UMH José Joaquín Mira Solves. De momento, se trata de un desarrollo experimental para comprobar la utilidad de la herramienta pero los socios han expresado su interés en seguir mejorando las prestaciones y no se descarta preparar una versión comercial en el futuro si se cuenta con la financiación necesaria.
El público objetivo son personas mayores de 65 años pluripatológicas y polimedicadas –que sufren dos o más patologías crónicas y que toman cinco fármacos o más al día–, “un sector de la población que frecuentemente comete errores en la gestión de su medicación”, comenta José Joaquín Mira, especialista en la seguridad del paciente. Dichos errores incluyen confundir fármacos o no tomarlos de forma regular y se cometen por diferentes razones, como olvidos, por falta de información, o por una información inadecuada. “En la mayoría de los casos, los llamados eventos adversos no tienen consecuencias graves en la salud de los pacientes, pero aproximadamente un 6% requiere hospitalización”, apunta José Joaquín Mira.
Financiado por la convocatoria de proyectos de investigación clínica independiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con 81.900 euros, el proyecto de un año de duración ha contado con la participación por parte de la UMH de los departamentos de Psicología de la Salud y Salud Pública y el Instituto Universitario Centro de Investigación Operativa (CIO). La empresa de base tecnológica Nidoweb, spin-off de la UMH, ha realizado el desarrollo informático. Asimismo, numerosos organismos públicos como la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, SESCAM, O+BERRI o el Hospital Universitario Fundación Alcorcón, entre otros, y centros sanitarios de la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, País Vasco y Madrid han colaborado en la investigación y validación de la herramienta.
Además del diseño del asistente virtual, los socios han identificado los errores más comunes en la autogestión de la medicación y las prácticas seguras que utilizan los pacientes mayores de 65 años. “Primero realizamos más de 300 entrevistas y encuestas para ver las estrategias que ponen en marcha de forma rutinaria para seguir las indicaciones del médico y que incluyen hacer anotaciones en la caja de los medicamentos o guardarlos en un sitio determinado de la casa. Un alto porcentaje recurre a los pastilleros físicos pero este recurso presenta algunos problemas como que al cambiar de fármaco al dispensar el más barato cambie la apariencia de las pastillas, lo que despista al paciente”, comenta el investigador de la UMH.
Otro resultado relevante del estudio fue comprobar en qué medida los usuarios conocían la medicación que tomaban. Según José Joaquín Mira, “los pacientes en términos generales sabían para qué servían los fármacos pero carecían de información sobre su correcta conservación para mantener las propiedades o sobre las precauciones que debían tomar, como la incompatibilidad con ciertos alimentos u otros fármacos”. Estos resultados dieron pistas a los investigadores sobre el tipo de información adicional que debía incorporarse a Alicia en función del perfil del paciente.
La valoración de los 51 voluntarios que participaron en el estudio experimental fue muy positiva. Indicaron que la herramienta informática les resultó útil, sencilla de usar y que se reducían los errores a la hora de tomar sus pastillas. Este pastillero virtual podría contribuir además a evitar las interacciones medicamentosas que se producen por indicaciones de especialistas que no pertenecen al sistema público de salud. De esta forma, el mismo usuario informaría al especialista privado que no tiene acceso a su historia digital del listado de medicamentos y tratamientos prescritos.
También, han colaborado en la iniciativa asociaciones de diabéticos de Alicante y de Elda, centros de salud de Elche, el Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant y el Centro de Salud El Cabo.

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